lunes, 10 de agosto de 2009

Salvador, el bicho bisnero y sus amigos gay…

Salvador, un chico bajo, pelo liso, con piel medio amarillenta, no se estaba quieto, la ansiedad no le daba tregua, mostraba en sus gestos el aburrimiento de estar en esa cama… ya no aguanto más, decía, y se levantaba de la cama, salía al pasillo y regresaba completamente mojado… se iba a meter debajo de la ducha… tenia pancreatitis… su piel y el fondo de sus ojos eran amarillos cuando llego al hospital, pero con los días fue perdiendo ese color y logrando el blanco del ojo y el moreno de su piel… con Salvador hubo que apelar a que aprendiera a ser paciente, quizás eso es lo que dios quiere que aprendas de esta situación le decía… ya estoy cansado señora me decía… era homosexual y lo visitaban dos chicos bastante guapos, vestidos con pantalones bien ceñidos y saquitos pegados al cuerpo, como blazer de mujer… uno seguro era su pareja… le hablaba quedito, le acomodaba la almohada, le estiraba las sabanas, le sobaba las piernas y la cabeza, y le acariciaba las axilas sin vellosidades… con el otro amigo se hablaban en ingles, para ejercitarse la pronunciación… era estudiante de comunicaciones de la Tecnológica… estoy perdiendo clases… se quejaba. Para José Luis, Salvador era el bicho bisnero… Salvador permaneció en el hospital unas dos semanas y su estadía coincidió con la semana en que José Luis despertaba de su letargo por sedantes, un uno de los repetidos intentos por “destetarlo” y “progresarlo” para poder desconectarlo del ventilador… había tenido pesadillas y en su cabeza había creado su historia: en una playa llamada El Palmeral, ubicada cenca de la frontera con Guatemala, habían matado a Tania y a Blanca Alicia… yo le repetí varias veces que eso solo había sido un sueño, una pesadilla, que ellas estaban bien… insistió en que llegara Tania al hospital, en que la llamara y como no la veía llegar me involucro en la historia, yo tenia algo que ver en ese asunto, yo le había pagado a un hombre y estaba de acuerdo con el bicho bisnero, ese Salvador que era mi amigo y estaba ahí cerquita, casi a la par suya… como con todos los otros pacientes que pasaron por la sala de las camas de la 26 a la 29, no vi cuando Salvador fue dado de alta, o lo cambiaron de cama o de piso… no creo que haya muerto, que esa es la otra posibilidad que uno se preguntaba cuando llegaba, un paciente ya no estaba, y otro ocupaba su lugar…

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