jueves, 27 de agosto de 2009

Mi querida Matilde…

21 de julio de 2007, una nota para enviar a Matilde, a Cuba…
Hoy no he podido mas que ir hacia atrás en el tiempo y recordar el día en que naciste, hace casi 27 años… yo llegue al Centro Ginecológico con la Flory en mi panza, y con una gran emoción por conocerte… era la emoción de los Quezada por la primera niñita en la familia después de seis hijos y tres nietos seguidos… fuiste todo un acontecimiento hermoso para nosotros, una luz entre todos los acontecimientos tristes de aquellos días. Aquel día conversamos sobre tu hermoso nombre… ¿sabias que Matilde se llamó la madre de tu bisabuela Salvadora (la madre del abuelo Paco) y Estefanía era el nombre de la madre de tu bisabuelo Miguel Arturo (el padre del abuelo Paco)?

Así, me he venido recorriendo el tiempo, y te he encontrado en mis recuerdos como la bebita cachetona, la niñita delgaducha, la jovencita hermosa vestida con uniforme de colegio, la chica que se fue para La Habana a estudiar medicina… parece mentira que el tiempo pase tan rápido, y de repente te tengamos graduada de Médica…

Te confieso que me hace ilusión tu triunfo académico… quizás porque sinceramente quise estudiar medicina y ser médica… pero fue más fuerte el poder patriarcal del matrimonio… ¿Te he contado que el padre de tus primos tomo la decisión de que me cambiara a Biología?

Pues la cosa es que cuando una acaba la Universidad es que va y se enfrenta a una serie de situaciones… hay que tomar nuevas decisiones… que si seguir con un postgrado, que si ejercer y donde hacerlo, que si volvemos a la casa materna, que donde nos tocará el servicio social… quizás ustedes que regresan de aquellos rumbos donde la vida tienen otro ritmo, la sociedad otra lógica, los principios de justicia social, solidaridad, equidad, otra connotación, sea todavía mas complicado enfrentase a la nueva situación…

Solo te pido que lo que hayas aprendido y desarrollado en esa sociedad, que bien se que no es perfecta, tanto conocimientos, como valores y principios, los conserves a lo largo de tu vida y los apliques en el plano profesional y de tu propia vida… el mundo esta urgido de seres humanos sensibles y solidarios, para que exista una esperanza para la humanidad…

Por mi parte, este día, después de abrazarte fuertemente desde aquí y decirte lo orgullosos que nos haces sentir, te digo que estamos esperando tu regreso para hacerlo fiesta; te digo además que puedes contar conmigo, para conversar, para dilucidar emociones, sentimientos, propuesta futuras… para apapacharte si lo necesitas, para escucharte si es preciso…

Te reitero nuestro profundo amor, y nuestro respeto grande por tu coraje, por estos años que has puesto lo mejor de ti para estudiar una carrera que no es cosa fácil, en un sitio lejano de donde esta el calor de la familia, en condiciones precarias en muchos sentidos…

Con mi profundo amor siempre

Tía Marta Lilian

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