El paraíso en la otra esquina…

De camino a la oficina, después de controlar la ira rezagada que tengo contra los funcionarios y las funcionarias de INPEP, la voz pausada del presentador de la YSUCA me dijo: “se esta en el paraíso (o en el cielo), cuando se logra la reconciliación con uno mismo, la reconciliación con Dios, la reconciliación con nuestro entorno…” y ahí me fui haciendo el ejercicio de reflexión: se logra estar en el cielo, ese estado de armonía, de paz, de equilibrio, de felicidad, cuando tengo la capacidad de aceptarme como soy, aceptar a las personas como son, aceptar que las cosas son tal cual y que no debo esperar cambiarlas… ¿Aceptar a las funcionarias malencaradas y sus actitudes prepotentes? ¿Aceptar que hagamos de la ciudad un basurero, y que esto no me moleste o me haga sentir incómoda?... reconciliación es la clave… reconciliarse, no se trata de aceptar, sino de arreglar, de lograr la mediación, de hacer tratos… no es simplemente aceptar las cosas como son y ya, las actitudes de la gente, la cuidad mugrosa… concluyo que el paraíso se logra en colectivo… si no se hace el esfuerzo en sociedad, el paraíso estará siempre, hasta la otra esquina…