Jimena y yo una mañana de domingo…

Veo a Jimena con su cabellos desordenado, dormitar en el sillón de la sala… le pregunto si tiene hambre, y no tiene, si quiere yogurt, y no quiere, que si quiere leer o ver la tele en mi habitación, y que no… dice que “solo quiere estar ahí y abrazar una almohada”… enciendo la compu y Jimena se acerca… vemos las imágenes que se han difundido por Internet: una osa blanca con sus dos oseznos, un papa león con su pequeño hijito, una mama jirafa que lame el cuello de su cría, un pequeño caracol muy cerquita de su madre caracola, una madre elefante y su hijito entrelazados por sus trompas, un pequeño delfín nadando al lado de su madre, un monito que chupa el dedo de la mama mona, mama osa e hijo osito durmiendo cabeza con cabeza… todas estas imágenes nos parecen lindas, tiernas, dulces, denotan afecto, mucho cariño… finalmente vemos a una madre ¿humana? que sostiene a su bebe de un tobillo, con la cabeza al revés… dice Jimena que el niño debe estar diciendo “¡se me esta yendo la sangre a la cabeza!”… coincidimos en que esta no es una posición cómoda y la de la madre no es una actitud ni cariñosa ni de afecto… nos preguntamos si esa madre humana es mas o menso animal que el resto de madres que hemos visto en las imágenes, y concluimos que esta mujer es una bestia…