Me gustan los barrios chinos…

6 de Septiembre de 2009
Siempre que he visitado una ciudad en Norte América, he procurado visitar su barrio chino… el primero fue en Filadelfia en 1977, después he estado en los barrios chinos de Washington, New York, San Francisco, Huston y Montreal, creo que no olvido ninguno… he disfrutado la comida china, que siempre es diferente en cada sitio ya sea que el plato sea chao mien o chap suy, suelen cambiar los tipos de vegetales que se utilizan, los tipos de cortes de las carnes y la consistencia del plato, en algunos sitios los paltos tienen mucho jugo, mientras que en otros la consistencia en seca… también disfruto caminando y asomándome a las tiendas, y viendo los diferentes artículos que exhiben… siempre compro una cosita de recuerdo… desde aquella vez que en la ciudad de Filadelfia me compre la tetera verde con cinco vasitos para tomar te… la tetera ha sobrevivido exilios y múltiples mudanzas, cambios de casa, terremotos, malos manejos de empleadas domésticas arrebatadas o descuidadas al lavar los trastos y descuidos de visitas que de un tropezón han escapado a botar la mesa donde he servido el te de azahares, de canela o te verde con lima, que son los que mas usualmente se toman en casa… en cambio solo han sobrevivido dos vasitos… al contrario del juego que Marina Baires mando a ser a imagen y semejanza de mi tetera, no se donde ni cuando… creo que habrá sido alguna vez, en uno de esos exilios forzados y en esas idas y venidas de México de Costa Rica, quizás quedo en su casa alguna caja con el encargo de ser guardada, y ahí mi tetera… el caso que, para mi sorpresa, hace unos años vi en su comedor, de adorno porque ella nunca sirve te, la replica de la tetera, un poco mas grande, pero del mismo color verde musgo y con el mismo diseño, una florcita única de cinco pétalos marrón, un pequeño tallo y cuatro hojitas color cafesoso… al barrio chino de San Francisco he ido tres o cuatro veces, en esta última, habría querido comprarme un buda, así como el que tiene la María Elena Sol en La Casa del Sol que es también la sede de FUNDARRECIFE, o una estatuilla de dos chicos jugando… ahí va la evaluación de criterios: si me gusta, seguramente lo puedo pagar, me hace click, pero no me cabe en la maleta y seguro va ha generar exceso de equipaje, así que no pasa la evaluación y no se compra… pero me compre un móvil melodioso al que golpeo cada vez que paso con la puerta principal de casa, una campanita con diseños chinos que todavía espera se colocado en la zona de la fortuna en la casa, allá por la lavandería, según las instrucciones de fen shui, una bolas chinas, medianas, azules, una con un sol, la segunda con una luna, y un collar de piedras de turquesa, color turquesa con cuentas moradas intercaladas, que disfruto llevar puesto, cuando en color combina con la ropa…