El miedo…

Septiembre 2 de 2009
Dorys dice que son unos malditos, que no quieren ni a su madre… eso también me dijo el hombre aquel, el 1 de junio de 1987, allá en una casucha de San Antonio Abad, camino al volcán de San Salvador, sobre uno de los dos tipos de la mara mao mao que habían secuestrado a Beatriz y a la niñera… “a ese no lo quiere ni su madre”… yo había logrado que una mujer me diera información sobre esos hombres… uno había salidos de Mariona el día anterior y su madre vivía camino al Volcán… “a ese no lo quiere ni su madre”, dijo su padrastro… ayer llegue a la mesa de almuerzo en la oficina cuando Rosa María y Carmen, las areneras del grupo señalaban de manera tendenciosa, como siempre, la defensa que hace la Aída Santos, esa jueza que siempre me ha parecido guapa, a las maras… para ella, son unos niños incomprendidos, si comono, decía Rosa María… intente que debatiéramos sobre el tema, este es un problema multicausal y debe analizarse desde diversas perspectivas, dije… esta es una sociedad que ha excluido históricamente a ciertos sectores, continúe… las maras solo son un elemento del crimen organizado… intente seguir, a ciertos sectores de derecha les ha convenido esta situación, para hacer negocio con sus empresas de seguridad, dije… pero el grupo es light, poco analítico… así que nos quedamos en eso… los mareros son unos malditos que no los quiere ni su madre, solo la Aida Santos los quiere, la Aida Santos que ahora es parte del gobierno de Mauricio Funes… y con los relatos de la Katia: los días trece de cada mes matan gente y se hacen tatuajes de lagrimitas en la cara por cada muerto de su autoria… ahora ya cambiaron y se tatúan puntitos dentro de la boca por cada asesinado… los cargadores en el centro de la ciudad son mareros, andan cuchillas debajo de los carretones, dan orden de parada a los muchachos, los registran, les roban y si es día trece, los acuchillan ahí nomás… recuerdo el relato de Rodrigo Antonio: se sube al bus con su compañero de colegio, se sientan en el medio, se les acerca un tipo joven y nervioso que iba en los asientos de atrás, quien comienza a hablar, le pregunta con que mara rifan, que no, con ninguna, “mira andamos de uniforme, estudiamos” , les cuenta que acaba de salir de la cárcel, que lo metieron por robarse un celular, le pide el celular y Rodrigo le dice que no tiene, le pide dinero y le dice que no tiene… su compañero le ofrece su celular, y lo rechaza, no le gusta… se bajan del bus en el Cristóbal Colon… he reflexionado con Rodrigo sobre que habría pasado si el tipo, nervioso y seguramente drogado, decide pedirle la mochila y revisarla… que habría hecho si le encuentre el celular, el dinero y el ipod… en que país, en que tiempo vivimos!

Ayer mataron a Christian Poveda… José Rodrigo y Francisco llegaron a casa consternados… entre tantos invitados en casa, por la cena de despedida de Edith y Miguel, intente ver las noticias en la salita de la tele, ahí parados escuche a Francisco decir que a Poveda lo ha matado el puto ego del artista… debió haberse ido, quizás a Nicaragua, no debió quedarse con la actitud de miren lo que he hecho, mi obra… No vi el documental “La vida loca”… he escuchado comentarios, Adriana comentó un día en la hora del almuerzo de la oficina que su profesor de la Mónica Herrera, que también resulta que es mi hermano Francisco, invitó a Christian Poveda, el autor del documental, a una de sus clases… contó en aquel momento que una de sus compañeras de clase se puso mal, que allí en una de las escenas aparecía la empleada de oficios domésticos de su casa! Que fuerte!... “La vida loca”, enfoca el mundo de las maras, para realizar el documental, Poveda convivió en la La Campanera, Soyapango, con la mara 18, entre 2006 y 2007… en su última entrevista a CNN, en abril de este año, Poveda declaró que “El problema de las pandillas no se va resolver con políticas de represión juvenil. Si no hay un pacto de paz entre las pandillas, las reformas legales no servirán de nada”… ahora según se dice lo mataron los de la 18, una vendetta… según Rodrigo, Poveda les da una cátedra a los periodistas hasta en esta hora de su muerte… es un maestro… les recuerda que no son inmunes, que son muy vulnerables… los verdaderos periodistas, digo yo, siempre lo han sido, las fuerzas obscuras siempre intentaran callar la verdad…