Mi primer trabajo

Ser dependienta de Siman fue mi primer trabajo… si no recuerdo mal, llegue allí recomendada por la madrina Marina de Lainez; habían pasado algunos meses desde el 28 de junio en que el ejercito se tomo la Universidad, me había quedado sin estudios y tenia 20 años… la experiencia fue rica. Entramos al mismo tiempo Xochilt Armas que fue asignada a tarjetas y chocolates, pero ayudaba también en ropa interior; y Margarita Peña, que cortaba telas en la segunda planta…
Mi primer día fui temerosa con que me pusieran en telas, se me ocurría que no sabría como cortar recta la tela y hacer alguna barbaridad con los cortes de las clientas… pero tuve mucha suerte, me asignaron a perfumería francesa… ahí conocí a Albert Dabdou, o algo así se llamaba uno de los cuñados de don Abraham Siman que se encargaba de esta línea de productos en el almacén, y a Marta Luz Arevalo, la propietaria del puesto que se vio amenazada con mi llegada, y con los métodos de llevar el inventario que propuse… antes era un caos, nunca se sabia que y cuanto había en bodega, así que propuse un simple cuadro rallado en paginas de papel puestas en un pequeño cartapacio que encontré por ahí…
Al principio Marta Luz ejercía su poder con la administración de las muestras de perfumes… solamente ella tenia el privilegio de regalarlas a sus amistades o darlas a los clientes por sus compras… yo era una chica bonita y educada, con mejor presencia que Marta Luz, así que señores y señoras mostraban preferencias por ser atendidos por mi persona… esto era critico, por supuesto para Martita que debía llenar una cuota de ventas al mes, como meta, pero además p-ara lograr un mejor salario con las porcentajes por venta… a mi no me dieron porcentajes por venta durante esos primeros meses, y vendía tanto que tenia para llenar mi meta y la de Martita, así que sin decir nada, comencé a facturar de manera alterna, una vez en mi cuenta y la siguiente en la de ella… así logramos hacernos amigas…