viernes, 30 de octubre de 2009

El Coche Rojo en el Hula Hula…

En los setenta, era común ir al amanecer, después de una noche de fiesta, al Coche Rojo; ese era un carro viejo que se estacionaba en el parqueo Hula Hula, en el mero centro de la capital, que vendía panes con casamiento, con frijoles fritos, y otras fritangas… por ahí también se ponían las ventas de atol shuco y creo que también algunos conjuntos de tríos, porque en su mayoría, estos estaban en la zona de la Praviana…
No daba miedo ir al Hula Hula, la ciudad era segura entonces… los buses corrían hasta las once de la noche y podías tomar taxis de manera segura y pagando uno o dos pesos… no se cuando cambiaron las cosas, porque todavía allá por los años ochenta y tanto o inicios de los noventa, mas de una vez fui en la madrugada al mismo parqueo Hula Hula llevando comida a los sin techo de por la zona… una colega de la UES nos metió en ese rollo y la familia encantada, preparábamos casamiento y grandes cacerolas de protemas con salsa de tomate, bien aderezado, que servíamos en panes franceses largos… el nuestro también era un coche rojo, la Lola, nuestra camioneta Mazda que, según Manuel Francisco era de “color rojo en retirada” porque de viejo, estaba despintándose…

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