lunes, 6 de julio de 2009

Volver a escribir

No he escrito en muchos días… debo aceptar que todavía estoy de duelo por la perdida de mis archivos en el disco duro externo que compre en Montreal y que terminó con virus… recién comprado, en octubre de 2007, me pase muchas noches desvelada guardando en ese disco, archivo tras archivo que rescataba de viejos discos y CDs, allí guarde imágenes, información técnica y mis archivos de palabras fundamentales… no supe que virus terminó con tantas líneas que salieron en días de musas alegres, mientras escudriñaba entre mis recuerdos de tantos días vividos… no creo poder escribir de nuevo todas esas historias… algunas de estas salieron de mis pasajeros conocimientos de hechos, cosas, casos y gentes… o quizás si pueda volver a escribir, pero me empeño en hacerlo como lo hice entonces, con las mismas palabras, desde la misma perspectiva y así seguro no es posible… quizás si pueda reconstruir la historia de la familia López Quezada, ya no desde la vivencia de la noche de la vela del tío Felipe López Quezada; quizás pueda volver al pasado de la yo niña o la yo adolescente caminando por las calles empedradas de Chalatenango, ya no desde el dolor de la muerte del primo Tony en aquella mañana del 5 de enero de 2008… quizás esas historias puedan ser reconstruidas en mi memoria, pero la historia sobre la abuela Toya, Pastora Baires, y su esposo desalmado, o sea el abuelo paterno de mis hijos, Tomas Ovidio Zelaya o la historia de Teresita Coronado Preza, la prima de José Luis, esas si no es posible reescribirlas… son historias que supe, que conté con los recuerdos recientes del testimonio que ellas me dieron en un momento mágico… mágico el momento de estar con ellas y escucharlas, y mágico el momento en que las musas llegaran a mi para encontrar las palabras exactas, hilar las frases adecuadas para escribir las historias de dos mujeres que he conocido, que me han impactado… pero, con el tiempo, la informacion se han ido borrando de mis recuerdos, para dar paso a otra nueva… es que a esta avanzada edad, el cerebro se agota con tanta información acumulada… hoy vuelvo a escribir. Esta mañana, mientras me duchaba surgió una frase, construí una frase, es de esos momento en que no se verbaliza, la frase aparece así porque si… la frase en cuestión fue: Se llamaba María Isabel Alvarado, para mi siempre fue la Mamita Chabe, y no fue sino hasta 1982, de camino a Costa Rica, que me di cuenta que era de Jiménez… así a pasado otras veces, una frase se construye en algún lugar de mi corteza cerebral y solicita ser escrita… y ahí va mi mano derecha a escribir, con letra de molde y bien echa, escrita con un bolígrafo que pinte bonito y sin esfuerzo, sobre unas hojas de papel bonito, con interlineado adecuado, en un cuaderno de pasta bonita… como algunos de los cuadernos que me han acompañado en la vida, que se han perdido, los ha destruido el tiempo o los he regalado… alguna vez tuve un cuaderno de pasta azul celeste que mando mi papi a empastar para mi y en el cual escribí a los 16 años, mi vida resumida en no se cuantos versos, mas de cincuenta… mi biografía en versos cursis, perfectamente rimados, que utilice para ganar un 10 de nota en una tarea de literatura, y termine regalando a mi amiga del alma de entonces, Gloria Batres… me he preguntado porque no se lo regale a Nelly Villalta, si todavía ella era mas amiga del alma que Gloria Batres, un año menor, en un curso menor que nosotras… quizás me lo pidió Gloria y no Nelly, y como desde entonces no puedo decir que no a muchas cosas!

En los últimos tiempos, las frases han sobrevivido por horas o hasta días, rebotando o resonando en mi cerebro hasta estar tranquila frente a un teclado donde garabatear a pica pollo y verlas escritas en un documento Word, en tahoma 14 (para ver mejor y sin esfuerzo la letra), con interlineado exactly a 15 puntos… no, no soy obsesiva, quien dice eso… solo que hay que ser ordenada, disciplinada hasta en esta tarea de escribir cosas que no son técnicas ni científicas y solo tienen valor y sentido para una que las escribe, o quizás solamente para algún descendiente, una nieta o un nieto que, con el tiempo se interese en escudriñar en los baúles de recuerdos, o en los DCs o los extraíbles, si es que estos pueden ser abiertos con las tecnologías del futuro, no, no se trata de obsesión sino de método… siempre he escrito cosas mías, escribí poesía en un libro bonito entre 1970 y 1972… era un cuaderno de pasta dura que prestaba a un señor mayor, bibliotecario en la biblioteca central de la UES, ya no me recuerdo como se llamaba este hombre, pero leía mi poesía, también yo leía la suya… en ese cuaderno intercalaba frases y poesía, frases que escuchaba de amigos, con mi propio análisis del sentido de esas cosas dichas, con versos míos y versos de Benedetti que descubría por esos tiempos… en ese cuaderno quedo escrito con mi letra las emociones del enamoramiento de Manuel Baires y con la letra de Manuel, aquel verso Si te quiero es porque sos mi amor, mi cómplice y todo y en la calle codo a codo somos mucho mas que dos…

Hoy vuelvo a escribir de nuevo en este blog soloparamientras, quizás solo para mientras me compro un cuaderno de pasta dura…

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