lunes, 6 de julio de 2009

Belisario Calderón

Se casi nada de este señor que fue mi abuelo por accidente, solo se lo que he escuchado de mi madre y de la tía Sarita Calderón, su hermana, hoy una viejistia centenaria que vive en Ojos de Agua... mi madre lo recuerda con cariño... dice que era el Secretario de la Alcaldía y que iba a pedirle monedas a la alcaldía, que cuando se enfermo iba a verle... la tía Sarita dice que cuando supieron que estaba enfermo se lo trajeron a San Salvador, lo llevaron a un hospital y narra lo terrible que fue tanto para el como para la madre de el... termino muriendo, quizás de tuberculosis, no se... la tía Sarita dice que se enfermo por una tormenta que le cayo después de regresar de una fiesta donde había tocado el violín, como parte de un grupo... como es la herencia, los genes del abuelo accidental se han reproducido en la familia, en Franklin, en Roberto, en Pablo que toca guitarra clásica y en la Jimena apasionada por el teclado y soñando con aprender a tocar el violín. Quizás lo mato una neumonía mal cuidada... mi madre escribió varias veces a los hermanos de Belisario Calderón que vivían en Santa Tecla, el que era cura, ella dice sacerdote, creo que fue poco receptivo a sus necesidades de conectar con la familia de su padre, el otro que era casado y sin hijos, si la invitaba a su casa, la atendían y la querían, lamentablemente este tío murió, y así se acabo la conexión con la familia Calderón...

Recuerdo que en la casa vivió Angelita Calderón, hija de la tía Sarita. Iba a la escuela y ayudaba con los oficios domésticos a la abuela Chebe… recuerdo muy poco sobre ella, mas que era calladita, chaparrita y fornida… en los últimos tiempos he ido dos veces a Ojos de Agua, a buscar a la tía Sarita, la primera vez no la encontramos en casa y la seguimos hasta el río Sumpul, ahí estaba con otros Calderón, tíos, tías, primos, primas, sobrinos segundos de mi mami y míos, a uno de estos parientes, un hombre de mediana edad, me lo encontré después en el Ministerio de Hacienda, cuando fui allí por un tramite de mi declaración de renta… la segunda vez hará unos dos años o un poco mas, la encontramos sentada en un sofá, mas viejita que nunca, casi sin pelo, encorvada, ciega, pero totalmente lucida, solo un poco de pellejo sobre sus huesos frágiles… pensé que no he conocido a ser humano de mayor edad que a ella… tendrá casi 100 años…

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